[Una palabra basta: Bacon]


Dado que últimamente sólo hablo de las cosas que no me gustan o me molestan, hoy haré un paréntesis y versaré sobre algo que me encanta: el bacon. Pero es que, decir que me encanta, seguramente se queda corto. Más que eso me apasiona, me excita, disfruto como un señor. Me gusta comerlo de todas las formas y en todos los sitios… el bacon :P.

(Madre mía...)
Ya sea picado en pequeños trocitos crujientes por encima de las patatas fritas; en lonchas encima de la pizza (preferiblemente acompañada también con salami jiji); cortado en trozos junto con la carne picada; salteado junto con pollo o ternera para comerlo en fajitas; y plato definitivo: el bocata de bacon queso.

Sé que, tras leer esas últimas palabras, una explosión descontrolada de saliva os inundó la boca (e incluso algunos os excitasteis también, malvados). Es impresionante; roza lo indescriptible: el sabor de ese bocado, suave a la vez que agresivo. Nos da un puñetazo en las papilas gustativas con todo esa intensidad de matices grasientos, ese sabor a ahumado, con zonas crujientes por la plancha, el queso fundido que se apodera de nuestro paladar, el pan recién hecho nos da ese matiz de calma gracias al cual podemos degustar el contraste de intensidades.

En definitiva, creo que, con todo esto, os podéis hacer una idea de lo mucho que me gusta este delicioso alimento.  Espero compartáis mi opinión, si no habré quedado como el típico obeso yankee coleccionista de subfusiles y amante del McDonals (y que lleva gorra siempre). No me mal interpretéis, sabéis que no me gustan los tópicos… ;P

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