Ayer me pasó
algo realmente curioso; estaba yo estudiando como hago habitualmente…en la
biblioteca, cuando un grupo armado entró pegando tiros al aire, gritando
consignas en un idioma que no pude identificar mientras la gente despavorida…
es broma; pero no se aleja demasiado de lo que realmente me pasó…también es
broma; se aleja bastante.
Simplemente entro
un chaval, supongo que encapuchado ya que no pude verlo, y tiró, en el recibidor
de la biblioteca, una traca encendida (si de petardos) y un montón de
panfletos, donde explicaba el porqué de ese acto: se ve que la biblioteca
organizaba talleres de grafitis y a él le habían puesto 3000 euros en multas
por hacer los mismos grafitis… en fin, una protesta un tanto peculiar, pero
bueno, se hizo escuchar.
A lo que voy es
que luego de que pasase esto, entró Michael Moore a la biblioteca, con su
equipo de grabación, y nos entrevistó a todos, uno por uno. Y a mí concretamente,
me reservó una entrevista especial (supongo que lee mi blog y me reconoció entre
los demás estudiantes), para formar una sección importante dentro de su próximo
documental, el cual recogería este tremebundo acontecimiento.
(Me comía esa carita de pan:') )
Así pues, hoy
soy un hombre feliz: he ganado una bonita anécdota que explicar entre los
amigos y la familia, y también he recobrado la esperanza en el periodismo de
investigación, ya que este ha vuelto a ocuparse en exclusiva de los temas que
más preocupan y afectan a la sociedad, gracias de todo corazón.