[Puto]

Esta es la apasionante y mágica historia de un chico pálido de dientes amarillos llamado Puto.

Puto, de un día para otro, se vio irremediablemente metido en medio del verano: hacía calor, la gente iba ligera de ropa por la calle,  Estrella Damm lanza otro anuncio musical subnormal, etc etc. Puto estaba desconcertado. Y es que Puto se preguntaba ¿Que tengo que hacer? así que se dirigió directamente a las redes sociales, para así poder ver lo que hacían sus compañeros y, de esa manera, poder imitarlos y pasar un verano tan sensacional como lo hacían ellos.

Puto, al observar detenidamente los estados y fotos de sus amigos, se percató de que estos desprendían una felicidad sin igual: compartían largas estancias en las playas, posando agrupados en piña de espaldas al mar Mediterráneo, con unas grandes y sinceras sonrisas blancas en sus rostros. Otros posaban mientras danzaban al ritmo de los grandísimos éxitos musicales del verano, al tiempo que  levantaban vasos perfectamente cilíndricos, rellenos de líquidos coloridos, con pequeñas sombrillas y pequeñitas pastillas blancas disolviéndose en el fondo de estos.... A estas alturas, Puto ya había perdido casi todas las esperanzas de poder pasarse un verano sin igual, como sus compañeros, ya que él carecía de toda capacidad para ejercer ese tipo de actividades. 

Pero fue entonces cuando Puto vio una cosa que le cambió la vida: la foto de Instagram.
Ahora sí, Puto estaba perdido, el no poseería nunca esos platos de comida tan coloridos y retocados, acompañados por húmedas botellas de cerveza, ni esas fotos de orillas marinas tan brillantes y paradisíacas, ni podría nunca hacerse una foto de su ojo, mientras este refleja a su amigo que realiza con sus manos la forma de un dulce corazón. Puto ni siquiera sería capaz de imaginarse algunos de los títulos tan imaginativos que llevaban estas composiciones. 

Puto estaba destrozado. Puto se fue al cine. Puto se hizo un blog.