Es muy tarde y tengo un examen
mañana (u hoy). No sé si os suele pasar, pero ahora mismo, y a pesar de haber
estudiado relativamente bastante para el examen, apenas recuerdo, si quiera, lo
que me entra. Y no estoy exagerando, joder; tengo un estado mental
down-transitorio, en el cual paso de estar leyendo alguna definición
interesantísima sobre “la autoría y la participación” a darme cuenta de la
infinidad de detalles absurdos que hay a mi alrededor (cosa súper provechosa en
el momento en que cada minuto de estudio es oro).
(Ahora está muy de moda este formato ¿no?)
Levanto la vista un momento para
descansar. Me percato, al segundo, de lo bonito que es mi reloj de pulsera (está encima de la estantería que tengo delante del escritorio). Muy brillante,
reluciente de hecho; libre de rasguños. Lástima que no me quede, tendré que
llevarlo al relojero para que me amplíe la correa. Aunque la verdad es que es
un reloj demasiado formal, no me pega en absoluto; demasiado serio.
Al mirar el objeto de al lado,
diviso una pelota de beisbol que conseguí en un partido hace ya muchos años;
diez creo. Esta bastante sucia; se nota el paso del tiempo por ella, y el poco
cuidado que le he tenido. Aunque eso, en cierto modo, le da un toque clásico. No
está mal. La verdad es que conozco poca gente que posea una pelota de beisbol
original (cogida en un partido); sobretodo aquí en España.
Ahora creo conveniente reordenar
mis DVD’s por director… no, mejor por género… ¿por año? Por el color del lomo
(si es que se puede llamar lomo). Ahora tengo una especie de arcoíris imperfecto
conformado por mi vasta colección de películas: mi futuro profesional está
solucionado (No). Aquí he perdí muchisisisisísimos minutos vitales.
Decido que voy a entrar en
Facebook un momento, para acabar de despejarme (con todo lo que he hecho antes
se ve que no he tenido suficiente) y ponerme a estudiar nuevamente; no había
tiempo que perder. Lástima que un amigo haya colgado un video aparentemente muy
gracioso. Lo veo varias veces y me sigo descojonando. Al lado de este video hay
varios enlaces que me llevan a otros video relacionados muy graciosos también;
me tiró media hora mirando videos absurdos a la par que graciosos.
En uno de esos videos, una cosa
pica mi curiosidad: el autor da un dato muy interesante. Como soy un hombre de
ciencias que hace una carrera del social (un romántico vamos) decido buscar más
información por la intelné (nótese mi acento, es gracioso porque se me da
bastante fatal imitar acentos… diez minutos más perdidos en esta reflexión de
mierda). Tras estar varios minutos informándome de ese dato altamente innecesario
para el devenir de mi vida, me dispongo nuevamente a estudiar. Miro la hora: ya
llego tarde al examen. He suspendido.
Sí... solía pasarme con bastante frecuencia jejeje
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