No
soy una persona especialmente religiosa. De hecho, sólo utilizo a Dios para cagarme en él
cuando algo me sale mal y es culpa suya (porque yo nunca me equivoco eh). Tampoco me gusta demasiado hablar de
religión con la gente, en especial con aquellas personas que son creyentes, ya
que siempre me han dado miedo los esquizofrénicos
que hablan con sus alucinaciones (vale me he pasado, pero no lo borro).
Todo
esto viene a que, mientras cagab…mientras leía
Tolstoi, se me ocurrió una cosilla que me hizo bastante gracia: imaginaros
que, joder, tras mucho rezarle a Dios pidiéndole dinero, salud, comida o alguna
señal de su existencia, al final os conteste muy cabreado “Jo-joder ti-tío, que
pe-pe-pesado eres, ¿Qué co-coño qui-qui-quieres?”. Joder, descubrir que Dios es tartamudo.
El
corte sería bastante importante ¿no? ¿Qué coño le diríais a continuación? No
sé, se supone que es el Ser Supremo,
creador de todo lo existente…y es tartamudo…pierde credibilidad ¿no? Que vale,
que se te aparezca Dios debe de ser algo muy impactante, pero que encima sea
tartamudo… Es como que se te aparezca Jesucristo y que este sea esquimal; algo no cuadra.
Daría
corte preguntarle por qué carajo no se ha arreglado el problema ese del habla. Es
decir, puedes crear vida, planetas y tal, pero no puedes ir a un buen fonoaudiólogo… Da una imagen
rara. Además, podría ser una desventaja para él, ya que si, por ejemplo, se me
aparece Buda y veo que es un chaval normal, que me habla perfectamente, pues
qué quieres que te diga, quizás me hago
budista.
Y
así paso las tardes de domingo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario